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HOMENAJE A AMOR DE DIOS 29 de Mayo:

Uno de los momentos más esperados de la I Bienal de Flamenco de Madrid -donde participamos a través de su circuito off ‘Flamenco Capital’- fue el espectáculo Homenaje a la Escuela Flamenca Amor de Dios, una propuesta que reunió a tres grandes bailaores como son Pedro Córdoba, Alfonso Losa y David Paniagua. El encuentro generó gran expectativa, no solo por la talla artística de sus protagonistas, sino también por lo poco habitual que es ver a estas tres grandes figuras juntas en el mismo escenario, como herederos y maestros de una escuela que ha marcado generaciones enteras.

Desde el primer número, el montaje trasladó al público el ambiente cotidiano que se vive en los estudios, ubicados en la planta superior del Mercado de Antón Martín. El revoloteo incesante de los alumnos y alumnas que recorren cada día sus pasillos se dejó ver en el espíritu lúdico y espontáneo de la propuesta, donde cada bailaor ofreció una intervención a modo de improvisación -o en la jerga flamenca, una patá-, como si se tratara de una clase abierta o una reunión informal entre compañeros. A través de elementos escénicos simples, como las sillas de madera, se evocó el espíritu del aula flamenca, ese lugar de aprendizaje, convivencia y creación, donde día a día maestros y alumnos experimentan con exigencia lo flamenco. Pedro Córdoba, haciendo gala del humor que le caracteriza, aprovechó uno de los momentos para expresar la emoción que les generaba rendir homenaje a un espacio clave en la historia del flamenco madrileño y en sus trayectorias personales.

Poco a poco se sumaron los músicos, con Pino Losada a la guitarra, y Eleazar Cerreduela y José Amador “El Perre” al cante, que continuaron el ambiente festivo con un tema por tangos. Luego vino el primer gran momento de la noche: Alfonso Losa bailó por soleá por bulerías con la potencia y la precisión técnica que lo definen. Le siguió David Paniagua, que interpretó unas bulerías llenas de pellizcos flamencos. El cierre lo puso Pedro Córdoba, nuestro director artístico, quien dio al espectáculo un final lleno de fuerza que se ganó el aplauso sincero del público.