17 y 18 de octubre 2024
Marco Flores se sube a nuestras tablas para inaugurar un año más el Ciclo Cultural de Baile. El bailaor gaditano, Premio Nacional de Flamenco, ocupará durante una hora la escena acompañado de sus propios músicos: Manuel de la Nina y Enrique Remache, al cante, y José Tomás, al toque. Con este repertorio artístico ocupando la retaguardia, lleno de fuerza y energía, Marco Flores despliega ante los espectadores un baile marcado por la delicadeza, la precisión y el espíritu de juego. Sus movimientos nos transportan al mundo lleno de posibilidades de la infancia: atrevido, osado, sensible, Flores no deja indiferente a nadie.
Esta iniciativa, que busca compartir con el público el estilo y la visión propia de grandes figuras del flamenco contemporáneo, se completa con una entrevista guiada por el bailaor y director artístico Pedro Córdoba. ¡No te la pierdas si quieres saber más sobre su trabajo!
Ficha Artística:
Cante: Manuel de la Nina y Enrique Remache
Guitarra: Jose Tomás
CRÓNICA:
Es jueves en el Centro Cultural y la gente empieza a agolparse en la puerta. Al llegar, en el espacio de la Galería, algunas personas se saludan; se han visto antes, en algún curso, o en algún otro espectáculo. Saben perfectamente a lo que vienen. Están nerviosos, incluso emocionados. Otros han aterrizado en el tablao por casualidad: andaban por la calle y se han dejado embaucar por el gentío. También están aquellos que compraron su entrada sin saber bien que esto se trataba de una cosa diferente, que están a punto de vivir una experiencia única, llena de creatividad, innovación y autenticidad. Y es que Marco Flores se sube a nuestras tablas para inaugurar un año más el Ciclo Cultural de Baile.
El bailaor gaditano, Premio Nacional de Flamenco, ocupará durante una hora la escena acompañado de sus propios músicos: Manuel de la Nina y Enrique Remache, al cante, y José Tomás, al toque. Con este repertorio artístico arropándolo desde la retaguardia, lleno de fuerza y energía, Marco Flores despliega ante los espectadores un baile marcado por la delicadeza, la precisión y el espíritu de juego. Sus movimientos nos transportan al mundo lleno de posibilidades de la infancia: atrevido, osado, sensible, Flores no deja indiferente a nadie. De fondo, un rumor lorquiano recorre la sala, porque el baile del gaditano es inocente y profundo, y defiende una masculinidad como la que describía el escritor en El Público, cuando uno de los personajes exclama: “Porque yo sí soy un hombre. Un hombre tan hombre que siento un dolor agudo en los dientes cuando alguien quiebra un tallo por diminuto que sea. Un gigante. Un gigante tan gigante que puedo bordar una rosa en la uña de un niño recién nacido”. Solo hace falta fijarse en las manos de Flores, que recoge tallos en el aire y acaricia el sombrero con una exactitud propia de los mimos. Su propuesta, profundamente teatral y llena de humor, es también radicalmente única. Una apuesta que atraviesa al público, que responde con suspiros de admiración, risas cómplices y una emoción compartida que flota en el aire.
Tras la actuación, entre velas y copas de vino, el bailaor se sienta a hablar con Pedro Córdoba, también bailaor y director artístico del Centro, sobre su proceso creativo y los retos que plantea esta profesión, que son muchos. Si quieres disfrutar de ella, está disponible en nuestro Canal de YouTube.